Capítulo 22: Lucía
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Buscá la Luz
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Era 21 de
septiembre, el primer día de la primavera. Las flores ya habían vuelto
a nacer y el sol brillaba con fuerza, haciendo que sus colores se vean todavía
más brillantes. El aroma a jazmín que provenía del patio se filtraba por las
ventanas abiertas de la sala principal, la cual estaba decorada con guirnaldas
y una pancarta que recitaba «¡Bienvenida a Rincón de Luz, Lucía!».
En un escritorio
habían
ahora varias bandejas con distintos comestibles y bebidas. La mayoría de los
chicos no paraba de caminar por la sala principal, ansiosos por conocer a Lucía;
especialmente Lucas quien temía que su hermana le guarde algún viejo rencor.
Otros, como por ejemplo Tali y Sebastián, se habían relajado sobre el sillón,
con desinterés.
Muchos de ellos
estaban casi tan interesados como Lucas por la bienvenida de Lucía.
Julián, por ejemplo, sentía una extrema curiosidad por saber cómo era la
hermana menor de su mejor amigo, a la cual no había llegado a conocer nunca.
Malena, por su parte, se preguntaba si Lucía iba a tener el mismo carácter y la
fuerza de su hermano mayor, o si tenía más bien su lado sensible y protector.
El sonido de la
llave se oyó desde adentro e instantáneamente reinó el
silencio. Incluso María Julia, quien estaba gritándole a Mateo por no
comportarse debidamente, se permitió una interrupción y miró con ímpetu hacia
la puerta.
El picaporte giró, la
puerta se abrió, y por ella ingresaron Álvaro y Soledad.
—Chicos y chicas
—comenzó Soledad—: les traigo una nueva amiga al hogar.
Como ya saben, es la hermana de Lucas, así que mejor que se lleven bien con
ella. Con ustedes, Lucía Lagos.
Ingresó
entonces por entre medio de ellos una chica de unos diez años, rubia, con el
pelo liso y largo hasta la cintura. Sus ojos marrones no denotaban la más mínima
inhibición por ser presentada ante tantos chicos en un lugar que le era
desconocido hasta el momento. Estaba vestida con el uniforme del hogar.
Lentamente Lucas
se acercó hasta su hermana e, intentando contener la
emoción, le dio un fuerte abrazo y le dio la bienvenida al oído, diciéndole lo
mucho que la extrañaba y lo feliz que estaba de volver a verla.
El resto de los
chicos le dio la bienvenida también, incluso María Julia.
Naturalmente, Sebastián se alejó del grupo y se dirigió al patio trasero a
descansar al sol.
Lucas, Malena, y
Julián
se dedicaron a hacerle un pequeño tour por el hogar a Lucía para que comience a
conocerlo.
—Este es el cuarto
de las chicas, acá vas a dormir vos. Podés elegir cualquiera de
las camas libres —le mostró Malena.
—¿Tengo
que dormir acá? Es un poco… «rosa». ¿No puedo dormir en el cuarto azul, con mi
hermano?
Se hizo un
silencio.
—La verdad es que
no creo que a María Julia, la directora, le guste esa idea.
—Es un poco bruja
—explicó Julián.
Al ver el rechazo
en la mirada de su hermana, Lucas decidió intervenir:
—Están
exagerando. Antes era una bruja, sí, pero ahora no es tan mala, solamente es un
poco estricta. Pero no te preocupes, te va a gustar dormir acá.
—Sí, es
verdad —lo apoyó Malena—; a mí tampoco me gusta mucho la decoración toda rosa,
ni tanto peluchito, pero es mucho mejor que estar en la calle o con
desconocidas. Las chicas son re buena onda, te vas a hacer amiga enseguida.
—Bueno, eso espero… ¿No
sentís como este lugar, tanto rosa…? No sé, ¿te…
—…empalaga?
—finalizó Malena la frase por ella.
—¡Sí,
eso! Por fin alguien que me entiende. Siempre que digo que soy una chica y no
me gusta el color rosa, todos me miran raro.
—No te preocupes,
que a la primera que te diga algo acá le bajamos los dientes entre
las dos —bromeó Malena, y ambas rieron.
Continuaron el
tour por la sala de juegos, el baño, el patio trasero, el
comedor, y finalizaron en la cocina.
—Y acá es
donde nos cocinan lo que comemos —decía Lucas—. Hay horarios para las comidas,
pero podés venir en cualquier momento a comer algo si tenés hambre; aunque tratá
de que no te vea María Julia: es una fanática excesiva del orden y la
puntualidad.
Lucía miró
a su alrededor. Lucas vio algo raro en ella: en lugar de alegrarse por todos
los beneficios que iba a disfrutar en su nuevo hogar junto a su hermano, parecía
un poco decepcionada.
—¿Te
pasa algo?
—No, nada.
Lucas hizo una seña a
Malena y a Julián para que los dejasen solos, y ambos comprendieron al
instante. Una vez que se fueron, Lucas insistió en su pregunta:
—¿Estás
segura de que está todo bien?
—Sí, ¿por
qué lo preguntás?
—Es que te noto
rara. Como, no sé… ¿triste? ¿No te gusta el hogar?
Lucía
suspiró.
—No es eso. El
lugar es re lindo, pero… no sé, capaz un poco demasiado lindo.
—¿Qué
querés decir?
—Que vos antes
eras un chico de la calle, eras el líder, el que siempre salvaba a
todos y siempre se le ocurría una manera de conseguir comida sea como sea. Y mirate
ahora… estás acá, viviendo la vida de un consentido, de un nene rico, de un
cheto… cambiaste mucho en todos estos años. No parecés mi hermano.
Lucas se tomó un
momento para procesar las palabras que oía.
—No digas eso. ¡Yo
sigo siendo el mismo de siempre! Puede ser que ahora mi estilo de vida sea
distinto, sí… ¿pero qué esperabas? ¿Preferís vivir en la calle? ¿No me vas a
decir que esto es muchísimo mejor que eso?
—Sí,
pero me preocupa que tanta buena vida te haya cambiado la cabeza. Espero que no
te hayas convertido en un nene mimado, pero supongo que eso lo voy a ver con el
tiempo…
—No soy ningún
nene mimado, sigo siendo el mismo de siempre. Y te lo voy a demostrar —le
prometió, más para sí mismo que para ella.
Cambió de
tema rápidamente ya que no la hacía mucha gracia hablar de eso, pero a pesar de
las distracciones, las palabras de su hermana hacían eco en su cabeza: lo había
llamado «cheto», una de las palabras que Lucas más odiaba.
Y sí, muy
en el fondo, su hermana le había dicho lo que menos había querido oír: las
palabras propias, las suyas, que estaban intentando salir de su boca desde que
había dejado la calle el verano pasado, y que no se animaba a decirse a sí
mismo. Quizás era tiempo de recuperar algo del Lucas original.
Aviso: como había anuciado en el capítulo 14, van a haber dos recesos en esta temporada. El siguiente empieza después del capítulo 24 (dentro de dos semanas) y termina con la publicación del capítulo 25 el domingo 1 de noviembre :) Gracias por leer.
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¿Qué es "Buscá la luz"?
"Buscá la luz" es una historia llena de magia, amistad, amor, y solidaridad.
En ella tanto adultos como chicos aprenden a lidiar juntos con los problemas diarios y terminan por entender que el secreto para una mejor vida se esconde en el niño que cada uno de ellos lleva dentro.
Basada en la exitosa telenovela "Rincón de Luz", una idea original de Cris Morena.
Escrito por Fundador
otro receso mas :(
ResponderEliminarCierto:(
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